"Me sentía como un objeto, como un juguete, ... tus manos agarradas con fuerza a mi pelo tirando fuerte de el.. guiando con dureza y rudeza mi cabeza entre tus piernas. Separándola, acercándola, moviéndola, ... mi rostro húmedo, mojado por tu sexo, mi boca ardiente, mis mejillas, mi nariz mi frente... todo mi rostro frotado y presionado a tu antojo por tu cálido coñito, tus piernas presionando mi cabeza, sin tan siquiera dejarme escuchar tus gemidos de placer..."
y... mientras lo pienso, la excitación y el deseo invade de nuevo mi cuerpo.
Cielo. Me encantó. Tomame de nuevo cuando lo desees pues no creo que tu deseo sea, ni por asomo, mayor que el mio.